Escribe: Fernando Vivas.
Adrián Flores Albán |
Hace mucho tiempo que “Alma, corazón y
vida” dejó de ser título de vals y mutó en lema, algo así como un análisis FODA
(fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) del emprendedurismo
criollo. No tenemos fortuna pero, aquí viene lo bueno, “tres cositas te ofrezco y nada más: alma para conquistarte, corazón
para quererte y vida para vivirla junto a ti”. Reemplacen la segunda
persona amada por una noción de patria o gran empresa.
Gonzalo Toledo, en su columna “Déjame
que te cuente” (El Comercio del 19/12/1989) recopiló ocasiones en que célebres
peruanos citaron el vals: Luis Bedoya Reyes dijo que pondría “alma, corazón y vida” cuando candidateó
a la alcaldía de Lima; Teófilo Cubillas dijo, cuando Perú se clasificó para el
Mundial del 70: “Vamos a México, porque
estamos jugando con alma, corazón y vida”; y Augusto Ferrando en 1973,
cuando narró la carrera triunfal de la yegua Flor de Loto en el hipódromo de
Palermo, chilló: “Vamos, viejita linda,
no te pares, la carrera es tuya, ponle alma, corazón y vida”.
Pero el vals no es solo arenga, es
pathos romántico con fuga de jarana. En la voz de Los Embajadores Criollos, que
lo grabaron en 1952 a pedido de su autor, el sullanero Adrián Flores Albán, el ritmo ligero no le
quita sentimiento a la pena de amor. Desde entonces, está en el repertorio de
todo criollo y ha conocido singulares arreglos: Los Panchos y Lucho Gatica lo
bolerizaron, Libertad Lamarque lo gorjeó con candor, Raphael lo cantó con sumo
respeto y Django lo llevó a la balada con una particular emoción. En un
concierto en vivo en el Luna Park de Buenos Aires con el público coreando las
‘tres cositas’. Y con Melendi, rockero español, el vals lema se hizo tema pop.
Cada verso un sentido
Don Adrián en el barrio chalaco de
Chicmabamba, a sus 86 años recuerda la historia de la canción, como si fuera
ayer, porque es la historia de su primer amor y su primera decepción: “Estaba sirviendo en el Ejército, en Tumbes,
en uno de los puestos fronterizos de Casitas. Ahí la conocí, era hermosa, me
llevaba un año, era hija de un hacendado y tenía un pretendiente con dinero,
por eso lo de “no tengo fortuna, pero tres cositas te ofrezco”. ¿Está viva?
¿Cómo se llama? “No sé si vive, en Sullana
siempre me piden que la identifique. Solo te puedo dar el nombre de pila, Eva”.
A ella le gustaría saber que inspiró un vals. “Ella lo sabe, me basta con eso”. ¿Y qué paso con ese amor?. “Ferrando me entrevistó en ‘Trampolín’ y me
preguntó si me había casado con ella, le respondí que si así hubiera sido no
habría canción”. Don Adrián ríe y recuerda que está felizmente casado y
tiene 5 hijos.
Adrian Flores y su familia |
¿Dónde estrenó el vals? “Tenía un trió con Óscar Olaya y un amigo
Huambachano; lo cantamos en 1948, en una picantería del barrio Buenos Aires, en
Sullana”. ¿Y en Lima? “Vine en
noviembre de 1949, tiempo después en La Parada oí una grabación, mala, de
Teresa Bergamino, con muchas distorsiones. El vals viajó sin que supiera”.
¿Y la versión de Los Embajadores? “Fui a
buscar a Rómulo Varillas, se estaba afeitando, agarré una guitarra y lo canté,
él dejó de afeitarse y se entusiasmó, me dijo que regresara a las 7 de la noche”.
Alcalde José Antonio Burgos (1º Izq.) en el homenaje a
Adrián Flores Albán (2º Izq.). Figura también Luis Cruz
Núñez (2º Der.) y el regidor don Eleodoro Terán (1º Der.)
|
Don Adrián no tuvo otro éxito de esta
envergadura. “Alma, corazón y vida” le salió del forro, pero cada verso tiene
un sentido que parece calculado. “Cuando
digo ‘recuerdo aquella tarde, pero no recuerdo ni cómo te vi’ es porque la
primera vez sé que era de tarde, pero estaba borracho”. ¡Ja!, yo pensaba
que era un requiebro artificial de la letra. ¿Y, fuera de Los Embajadores, qué versión criolla le gusta más? “La de
Jorge Luis Jasso. Y de las internacionales, la de Django. Lo conocí en la Feria
del Pacífico y me dijo: ‘tu canción me pone los pelos de punta’”. ¿Cuál le
disgusta? Duda en responder. Le doy una ayuda, ¿la de Soledad Pastorutti? “Es muy rápida, no me gusta”. Antes de
despedirme, canta un amargo tema de protesta que compuso en los 70, “Para que
te ubiques”, que no suena mal, pero la historia prefirió su pena de vals y la
convirtió en arenga musical.
Apuntes biográficos de Adrián Flores Albán
“Se puede decir con certeza que el vals ‘Alma, corazón y vida’ es
un tema emblemático de la canción criolla. Esta composición ha cumplido 64 años
de creada y creada por don Adrián Flores”, refiere su amigo, el decimista y compositor Germán Súnico.
“Inicialmente fue grabado por los Embajadores Criollos y luego ha
dado la vuelta al mundo y ha sido interpretado por famosos artistas como
Libertad Lamarque, Pedro Vargas, Raphael, Django, Leo Marini, Los Panchos y
Paloma San Basilio, pero Adrián sigue tan humilde como siempre”, añade.
El compositor nacido en Sullana, compuso el
famoso tema cuando tenía 23 años de edad. Un amor al que las distancias
sociales impidieron concretar fue lo que inspiró este vals que actualmente se
canta en todas las peñas criollas.
“Los cantantes más famosos
le han brindado su voz
con la bendición de Dios en sus labios ha viajado
al público han deleitado, el que aplaude sin medida
logrando tal acogida que es un caso sin igual
así es de internacional ‘Alma, corazón y vida’”,
reza parte de la
décima que don Germán ha dedicado al compositor Adrián Flores Albán.
Compositores peruanos recibiendo homenaje. Adrián Flores figura al lado derecho |
En 1952 tuvo que sostener con los hermanos Torres
Paz de Chiclayo un ruidoso proceso judicial por su vals “Zenobia”
Nació en Bellavista, Sullana
el 08 de septiembre de 1926, hijo de don José Eusebio Flores y de doña Felicita
Albán, desde muy pequeño le gusto cantar y rasgar nostálgicamente las cuerdas
de la guitarra.
En 1988 había cumplido 26 años de servicios en el
hospital materno infantil de san Bartolomé de Lima y después se jubiló yendo a
vivir con su esposa Verónicas Olaya, a la Ciudad Satélite Santa Rosa del Callao
Actualmente
sigue y seguirá siendo un notable compositor, para el orgullo de todos sus
hijos, amigos y de todos los sullaneros que siempre recordarán.
La musa que inspiró el vals
En
marzo de 1949 Adrián Flores Albán a los 22 años se enamoró de una chiquilla de
15 de nombre Eva, que vivía en la localidad de Casitas en el departamento de
Tumbes, a ella le dedicó el clásico vals "Alma, Corazón y Vida".
"Recuerdo
aquella vez que yo te conocí, recuerdo aquella tarde, pero no me acuerdo ni
cómo te vi. Pero si te diré que yo me enamoré de esos tus lindos ojos y tus
labios rojos que no olvidaré. Oye esta canción que lleva alma, corazón y vida,
estas tres cositas nada más te doy..."
El amor entre Adrián y Eva
no pudo ser, ya que ella se casó con un comerciante de la zona, pero quedó
escrita una hermosa página en la historia de la música criolla.
Letra de la célebre composición:
Alma, corazón y vida
que yo te conocí
recuerdo aquella tarde
pero no me acuerdo
ni cómo te vi
que yo me enamoré
de esos tus lindos ojos
y tus labios rojos
que no olvidaré
Pero si te diré
que yo me enamoré
de esos tus lindos ojos
y tus labios rojos
que no olvidaré
Oye esta canción que lleva
alma corazón y vida
estas tres cositas
nada más te doy
Porque no tengo fortuna
estas tres cosas te ofrezco
alma corazón y vida
y nada más
Alma para conquistarte
corazón para quererte
y vida para vivirla junto a ti
Alma para conquistarte
corazón para quererte
y vida para vivirla junto a ti
(Este
artículo sobre la vida de Adrián Flores Albán fue publicado en la edición Nº 59
de febrero-marzo del 2012, páginas 6 y 7 de la revista “El Tallán Informa”
No hay comentarios:
Publicar un comentario