
Esta observación concuerda con la opinión de
otros intelectuales y estudiosos, especialmente ligados a bellas artes, que
opinan de la similitud que existe entre la figura de la “capullana” del Chira,
que se exhibe como monumento en la esquina de la “José de Lama” con la calle
Tarapacá, con la “diosa” del Olimpo, Diana.
Por último, alguien comentó que mas bien
parece un maniquí de esos que exhiben vestimentas…
¿Pero quién fue Diana?
Es la diosa de la caza, de la luna, de la
castidad y de los bosques. Es hija de Zeus y de Leto, por tanto es hermana de
Apolo. Se dedica cazar y a recorrer los bosques.
Ayudó a su madre durante el parto de su
hermano, por eso se la considera la patrona de los partos y se dice que son sus
flechas las que matan a las mujeres en esos momentos. Vio lo mal que lo pasó su
madre al dar a luz y por eso le pide a su padre que la permita permanecer
siempre virgen.
No perdona a los que se atreven a deshonrar
su intimidad como el caso de Acteón, muerto por sus perros por verla desnuda.
Se la suele representar con un arco y
flechas, creados por los cíclopes que trabajan para Hefeso, de plata, y suele
ir acompañada de algún animal del bosque, normalmente un cervatillo.
En la mitología romana, Diana era la diosa de
la caza, se le asociaba con los animales salvajes y los bosques, y también con
la Luna. En Literatura, era el equivalente de la diosa griega Artemisa.
Y la capullana del Chira?
El historiador don Reynaldo Moya opina que “Las
capullanas fueron cacicas que existieron en algunos lugares desde el sur de la
costa colombiana, hasta las costas del departamento de Lambayeque. Hay que
añadir que el cronista Miguel Cabello de Valboa en "Miscelánea
antártica" de 1576, asegura que en Ocoña, en el litoral arequipeño,
también habían capullanas. El nombre de capullana se ha generalizado para
nombrar a las cacicas tallanes. El nombre de "cacica" resultaría
impropio, considerando que los españoles llamaron caciques a los reyezuelos
indígenas que conocemos como curacas. En este sentido, las capullanas eran
curaquesas indígenas, que de acuerdo a la costumbres se les sigue llamando
cacicas. Los tallanes y conquistadores incas las llamaban apullanas,
tallaponas, sapullanas, sallapullas o sallapullanas. Los españoles les dieron
el nombre de capullanas, por el ropaje que usaban y que las distinguía de las
demás mujeres tallanes. Los españoles encontraron cierto parecido entre los
vestidos de las capullanas y los capuces de las mujeres de su patria que
consistía en una bata larga que iba desde el cuello hasta los pies y a veces
arrastraba una cola. Traje que era usado por mujeres distinguidas”
Una escultura que no tiene nada que ver
con lo que es una mujer autóctona tallán.
Observando la escultura de una “capullana” puesta
por la asociación “Tallán” de Lima, la imagen tiene rasgos muy parecidos a la
diosa Diana del Olimpo.
Se observa a esa “capullana” con el brazo izquierdo
extendido hacia adelante y el brazo derecho contraído hacia atrás y el cuerpo más
bien en una actitud ofensiva, de ir hacia adelante. La fisonomía de la
escultura representa a una mujer de raza blanca, con rasgos europeizantes.
Comparando esta escultura que simula a una
“capullana” tallán con las representaciones de la diosa Diana que aquí
observamos, hay una coincidente similitud en la actitud que personifica la
“capullana”. Brazo izquierdo hacia adelante como sosteniendo un supuesto arco,
brazo derecho contraído hacia atrás, como templando una flecha en la cuerda del
arco, a la vez que el cuerpo está bien plantado semejando una actitud agresiva.
No estamos diciendo que la “capullana” que se
exhibe haya sido inspirada en la figura de la diosa Diana, pero hay muchas
coincidencias que desmerecen el trabajo realizado por la Asociación “Tallán” de
Lima, comparándola con el pequeño huaco de una mujer tallán, denominado
Figulina de Vista Florida, que es muy, pero muy diferente a lo que se
representa.
Don Reynaldo manifiesta que “Las
capullanas anteriores a la conquista eran mujeres hermosas, seductoras y muy
saludables. Según se conoce se atribuye su exuberante belleza a un bien logrado
régimen alimenticio predominantemente a base pescado y mariscos. Debemos
considerar que el régimen matriarcal o gobierno de las mujeres, que se atribuye
a las capullanas ha existido siempre en las sociedades primitivas. Se entiende
que dicho sistema ya regía para los pobladores de los valles costeños de la
región norte.”…
Con esto hay que señalar que existieron y existen
hermosas mujeres de la raza tallán, de piel cobriza, estatura mediana, cara
achatada, cabeza braquicéfala, pelo negro, rasgos que de ninguna manera se
representan en la llamada “capullana” fabricada por los responsables de la
asociación Tallán de Lima.
Esto nos hace recordar, esperando que no
suceda lo mismo con la “capullana” de la asociación Tallán de Lima, la
escultura que representa al conquistador Francisco Pizarro, que por años estuvo
ubicada en la esquina del palacio de Gobierno y la plaza de Armas de Lima, en
el mismo jirón de La Unión, que ante la presión de los representantes de
diversas instituciones culturales, la municipalidad de Lima tuvo que retirar
semejante monumento y arrumarlo como desecho, como debía ser, en algún basurero
de la capital. Pero el asunto no quedó ahí, hubo algunos desubicados que
quisieron traerlo para situarlo en el mismo Tangarará, lugar donde el mismo
Pizarro había hecho asesinar a 13 notables tallanes del valle del Chira.
Tremenda afrenta hubiera sido tener a este
sanguinario conquistador para rendirle homenaje. También es afrenta haber
diseñado una “capullana” muy lejos de sus raíces biológicas y que niega
representatividad a la verdadera mujer que habitó en el valle del Chira en la
época pre-hispánica.
Acertadamente Rigoberto Ipanaqué concluye su
artículo “El bello monumento de la capullana” diciendo: “sugiero a los respetables
señores que integraron la comisión y al esmerado artista y profesor de la ESFAP. Ignacio
Merino-Piura, desatar este nudo estético caso contrario estaremos ante un caso
de racismo”.
Artículo
publicado en la edición 60 del quincenario TALLÁN INFORMA, correspondiente a la
segunda quincena del mes de marzo del 2012
1 comentario:
Es verdsd de dinde sacsron esa imsgen que pena el artista dsconoce lo que hace
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