Editorial
edición 92, junio 2014, revista “EL TALLÁN INFORMA”
El economista Roberto Abusada Salah sostiene que “Las anacrónicas asambleas regionales
deberían ser sustituidas por nuevas asambleas departamentales formadas por los
alcaldes provinciales respectivos, quienes deberían elegir, en su seno, al
gobernador departamental, cuyo cargo sería rotatorio. Se eliminaría a los
actuales consejeros regionales, que, al elegirse mediante lista, terminan
dándole mayoría al presidente regional y erosionando, con su presencia, el
poder de los alcaldes, que sí son elegidos uninominalmente”.Interesante
alternativa, habría solo agregar que también participen en esta propuesta los
alcaldes distritales a fin de evitar el mini centralismo provincial, tal como
sucede hoy con el centralismo departamental piurano, donde el presidente
elegido representa a un determinado espacio geográfico donde invierte
mayoritariamente con el fin de resguardar su re-elección, todos, todos buscan
una reelección, y lo que es más grave, utilizando recursos económicos y la
maquinaria logística para hacer campaña.
Siempre cuando hay
proceso electoral aparecen individualidades que tratan de incursionar en
política, sin saber lo que esto significa, con el interés de posesionarse en un
cargo público y que puede ser beneficioso para su familia, allegados y él
mismo. Es la opinión popular. Resucitan los “muertos políticos”, los viejos
dinosaurios, que con la cantaleta de que es la oportunidad de iniciar un
proceso político a largo plazo, participan en la contienda electoral para ver
si sacan algo, ponen un regidor por ahí para aferrarse a él como garrapata en
perro vagabundo, al fracasar esperan 4 años para volver con sus frustradas
ambiciones.
Sería importante
debatir esta propuesta de que los alcaldes distritales y provinciales elijan a
un profesional en gestión pública, un verdadero administrador de recursos
económicos provenientes del Estado y que este profesional dependa directamente
de los alcaldes y de esta manera desterrar los gobiernos regionales y con ello
esa burocracia perniciosa e ineficaz y, de paso, invertir todo ese presupuesto
destinado a mantener a estos parásitos del gobierno regional, sean invertidos
en las obras que requieran los alcaldes para su entorno geográfico.
Esta tribuna queda
abierta para quien quiera opinar en favor de cimentar una verdadera
descentralización por el bien del país.
(Artículo publicado en la edición 92 de la revista
EL TALLÁN INFORMA, mes de junio del 2014)
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