Una vez inaugurada y puesta en servicio se supone que se
darán normas correspondientes para su buen uso y conservación, organizando
adecuadamente el tránsito vehicular.
Uno de los problemas a resolver es trasladar los paraderos de servicio interprovincial entre Sullana y Piura a un lugar que
signifique conservar la infraestructura de la reconstruida avenida Lama y la
seguridad vial en el centro de la ciudad.
Sin embargo a pesar de que la reconstrucción de la obra
avanza, la autoridad municipal no se ha manifestado sobre el reubicación de las
empresas de servicio de pasajeros a un lugar que signifique no utilizar la
nueva infraestructura de la avenida por los enormes vehículos asociados en
dicha empresas.
Mucho se viene especulando sobre el pedido de los
transportistas asociados en la empresa “GECHISA” se les asigne el inmenso solar
ocupado por la ex feria de Reyes, espacio que también les serviría como una
enorme cochera y talleres de mecánica, a lo que al parecer la autoridad
municipal no está dispuesta a ceder.
Entonces eso significa que el paradero de GECHISA y otras empresas van a continuar en el mismo
lugar en las inmediaciones de la avenida Lama, lo que acarrearía poner en
riesgo la flamante pista de la renovada vía, así como está siendo sometida
actualmente la avenida Champagnat con el tránsito pesado de estos y otros
vehículos que por el lugar se desplazan.
Quizás una de las alternativas de emergencia puede ser
que el local que actualmente sirve a la municipalidad como depósito-cochera de
su infraestructura vehicular y a la vez de chatarra, ubicado un poco más allá
frente al recinto ferial, lo desocupen deshaciéndose de todo lo inservible y
traslade los servicios de cochera de sus vehículos a un espacio del recinto
ferial. Desocupado el local la autoridad municipal procederá a acondicionarlo
adecuadamente para el servicio de pasajeros cediéndolo a GECHISA en calidad de
alquiler a un precio razonable, hasta que dicha empresa adquiera un terreno y
lo construya tal como lo hizo en la ciudad de Piura.
En este caso, los ómnibus que entren y salgan del
paradero no tendrán dificultades en utilizar la autopista, porque los que
vienen de Piura entrarán fácilmente al local y los que salen darán la vuelta
por el ovalo rumbo a Piura.
Pero esto significa también que la municipalidad regulará
adecuadamente el servicio urbano de pasajeros, concediendo facilidades a las empresas
para que amplíen sus recorridos para la seguridad de los pasajeros, habilitando
arterias vehiculares para un normal desplazamiento de las unidades.
Los autos-colectivos provenientes de los asentamientos
humanos del sur (vía Paita) han de utilizar la parte inferior del puente
ubicado en la intersección de la “Panamericana” con el canal vía, de tal manera
que ninguno de estos vehículos atraviese dicha peligrosa carretera.
Es probable que haya otras alternativas diferentes a esta
propuesta que aquí se presenta, pero en conclusión pareciera que, en el fondo
del problema, no hay voluntad por parte de la autoridad municipal para hacer
respetar el principio de autoridad y buscar una salida definitiva para este
problema.
(Artículo publicado en la revista "El Tallán Informa, edición 102 del mes de agosto del 2015)
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