SULLANERA DESPUÉS DEL MESTIZAJE
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Monumento a la mujer capullana elaborado por la Comisión del Centenario de Sullana |
Entonces, para tener ese sustento valedero
que me permita mayor perspectiva en el comentario que hoy me ocupa, primero la
ubicaré dentro de su espacio y tiempo.
Según Paul Rivet, la Capullana no sólo
existió en el valle del Chira, sino desde las costas del Ecuador hasta
Lambayeque, es decir toda la comprensión
Tallán.
Dentro del tiempo, la encontramos antes de
1330 en que la nación Tallán se anexa a la confederación Chimú, hasta el siglo
XVI tiempo de la conquista Española. La sociedad Tallán no era machista de tal
suerte que el cacicazgo lo tomaba el primogénito, sea este varón o mujer, a decir del historiador Arturo
Seminario.
Por escritos de Reginaldo de Lizárraga,
sabemos que casualmente por el vestido en forma de capuz que estas mujeres usaban
-que les cubría desde la garganta a los pies- los españoles les llamaron
Capullanas.
¿Qué era lo que ostentaban la Capullanas?
Según Juan López de Velasco: “Eran señoras que tenían el gobierno de la tierra
y mandaban sobre los hombres; existían entre los naturales de Marcavelica y
Amotape”.
Teniendo en cuenta estas aseveraciones
históricas, no se puede argumentar que el bello monumento de la capullana
otorgado a toda la provincia de Sullana en su Centenario esté libre de toda
crítica. Las obras de arte no son patrimonio de nadie, son de la humanidad,
sobre todo si son públicas, por lo tanto están sujetas a crítica y mucho mejor
si el examinador tiene autoridad para
ello. Bajo esta premisa señalaré que, como obra de arte, el monumento es bello
por su forma, tiene unidad y variedad compositiva; asimismo, expresividad y
movimiento estético; pero por ello no implica que esté fuera de todo contexto
histórico y racial. Por eso me pregunto, tratando de encontrar una salida a
este laberintoso asunto, si se debería cambiar de nombre a tan extraño
monumento (quizás: “Sullanera después del mestizaje”) aunque inmediatamente me
contesto que caeríamos en una nueva ambivalencia, porque si queremos resaltar
la grandeza de nuestra paisana como pieza importante dentro del aparato
económico social de la provincia y del país, concluiremos que este mestizaje o
cambio biológico que sufren los
Tallanes, como en todos los lugares del
país, se ha dado con todas las razas; por lo tanto tenemos sullaneras con
rasgos orientales, africanos, árabes… Asimismo, en todos los campos de la
profesión. Por citar, medicina, derecho, docencia, ciencias financieras,
ciencias políticas, etc. A la sazón, la estatua en cuestión no resalta aquello.
Ahora, si tenemos en cuenta la denominación
unívoca Capullana, obligadamente volveremos al principio, es decir, a la
pujante mujer que nos cuenta la historia, mujer de rasgos tallanes, de 5 ó 6
cabezas de altura, de piel tostada de cabellos lacios y largos y necesariamente
con su capuz (porque su denominación la lleva gracias a ese atuendo de la época
que vestía), caso contrario, la denominación será una falacia.
No podemos decir que hemos creado el retrato
del Inca Túpac Yupanqui si lo plasmamos gringo de ojos azules, anatómicamente
de nueve cabezas de altura, con una corona en lugar de la Mascapaicha. Aunque
juremos y perjuremos que es él, pero en tiempos modernos, y nos arranquemos los
cabellos para que la patria acepte que se trata del mismo Inca; desde la rivera
del mutismo sólo escucharemos risas burlonas. Lo mismo sucede con la tesis de
la capullana hermosa que, sin querer queriendo, se quedó entornillada en la
huaca del pasado; porque el monumento exhibido en el parquecito frente a la
avenida José de Lama que la representa, más hace alusión a la diosa Artemisa,
deidad de la caza y reina de los bosques
en la Mitología Griega, que a la señora que en un tiempo gobernó estas
tierras.
Ahora sólo queda saber si el gran escultor
piurano de raíces tallanes que la erigió, no escudriñó con la antorcha de la
historia a su personaje o los integrantes de la comisión nacional, por
desconocimiento, ingenuidad o con el firme entusiasmo de alcanzar los objetivos
propuestos, confirió estos patrones estéticos con la única finalidad de
presentar una mujer bella… ¿bella? ¡Craso error! El ideal de belleza no es
absoluto, por lo tanto la belleza femenina no sólo es europea o de los
adinerados. La belleza femenina se encuentra en todas las razas y castas
sociales. La raza tallán no es la excepción, prueba de ello es que muchos
españoles fueron encandilados por estas
féminas, perdieron la cabeza y prefirieron quedarse a volver a su Patria.
Sea lo uno u lo otro, sugiero a los
respetables señores que integraron la comisión y al esmerado
artista y profesor de la ESFAP. Ignacio Merino-Piura, desatar este nudo
estético caso contrario estaremos ante un caso de racismo
RIPAGAL
Artista plástico
Desde la calurosa Perla del Chira, 05 Febrero 2012
Artículo
publicado en el quincenario EL TALLÁN INFORMA en la edición del Año VI- Nº 58 -
Sullana, primera quincena de febrero del 2012
5 comentarios:
El titulo de la cronica del artista pictorico Ripagal lo dice todo y ademas aunque en su texto analisa y discrepa no cabe duda de su buena intencion en decirnos que las Capullanas (del Chira) eran mujeres bellas. Cuando se amansen las aguas de comentaristas de La Capullana del Chira y que no participaron en la Comision Nacional del Centenario de Sullana, autora de la estatua de la Capullana del Chira, donada al pueblo de Sullana en su Centenario, hare de conocimiento publico como con el escultor configuramos esta obra.Saludos de Jose Carlos Carrasco Tavara. Presidente de la Comision Nacional del Centenario de Sullana.
Parece que al interior de la Comisión Nacional del Centenario, según una opinión dada por don Ernesto Mendoza Ramírez, hubo serias discrepancias en lo referente a la elaboración de la imagen que supuestamente representa a la mujer capullana que habitó en algunas zonas del valle del Chira. Mendoza Ramírez en una entrevista concedida al quincenario “El Tallán Informa” que ha sido publicada en la edición No. 65 correspondiente a la segunda quincena del mes de junio del 2012, textualmente dice así: “ ...personalmente, creo que la musa que inspiro al artista escultor
cataquense que confeccionó dicha imagen no era precisamente “de la tierra”, ni dominaba el habla “sec”…”. Ante esta declaración de Mendoza Ramírez se deduce que no hubo criterio uniforme en la elaboración de semejante escultura y pareciera responsabilizar al escultor en su elaboración. Indudablemente que la polémica nunca terminará. Sucede que en Sullana hay muchas opiniones referentes a lo que representa la dichosa escultura pero no se atreven a decirlo, salvo la honrosa excepción del artista plástico y escritor, el profesor Rigoberto Ipanaqué Galvez.
Siempre habra quienes pretendemos hacer y construir sin esperar el agradecimiento ni halago y quienes por inconsecuencia u otro pensar pueden encontrar imperfecciones en nuestro hacer. La Comision Nacional del Centenario de Sullana estuvo integrada, salvo las dos damas, por miembros de la Asociacion Cultural Tallan de Lima incluyendome como miembro honorario y desde un inicio hasta entregar las obras y reconocimientos que hicimos en Sullana sus acuerdos fueron tomados por consenso; nunca hubo "serias discrepancias" como advierte el Director del periodico El Tallan, ni el escultor se inspiro en musa distinta que no fuera la que le aprobo y superviso la Comision Nacional.Jose Carlos Carrasco Tavara.
El artista plástico Fernando Saavedra dejó el siguiente comentario en http://www.facebook.com/#!/quincenarioeltallansullana:
“Me parece una versión muy "POP" de una capullana por su técnica, acabado y colorido. No remonta a la mujer ancestral y se acerca más al estereotipo de mujer sensual que vemos en tv. de ahí que la gente diga que parece maniquí, y en efecto, lo parece; las buenas esculturas dejan ver la materia de la que fueron hechas, un ejemplo es el busto en mármol de Grau a pocos metros $que contraste$ la belleza de una escultura radica en el deleite de comprender como una materia ha sido transformada por un artista hasta configurar una imagen según su interés, eso confiere valor estético y revela la maestría del escultor. en este caso parece una de esas hechas en serie como los maniquíes... pero un caso grave lo constituye el león frente al ovalo capullana. No se integra, no corresponde a la morfología de un león $parece la caricatura de un león, su postura es imposible de mantener pues no guarda equilibrio, no es natural, entre otros errores. a cada rato cambia de color...que falta de criterios de apreciación artística.”
Sea como halla Sido no debieron sacarla, ahora ya ni eso veo en la plaza y mis hijos no conocerán ni un rastro de lo que fue la capullana
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