Por: Rolando Neyra
Alemán
La III Cumbre Ministerial sobre
Contaminación y Medio Ambiente, organizada por las municipalidades distritales
de Bellavista (Sullana), de San Lucas de Colán y la provincial de Paita, nació
con muchas expectativas, pero terminó
dejando la triste percepción ser más un engaña muchachos que un evento que
produjera resultados concretos para la solución de la problemática local.
El evento anunciado supuestamente
convocaría la presencia de los ministros de Vivienda, Construcción y Saneamiento,
así como la presencia de los ministros de Salud, Ambiente y Agricultura. Pero
sólo alcanzó a llegar el viceministro del Ambiente y algunos funcionarios del Ministerio
de Vivienda y de Agricultura. Los demás brillaron por su ausencia. Ese hecho
desmereció el evento, porque una cumbre
es una reunión del más alto nivel, y lo que tuvimos en Bellavista fue una
reunión donde algunos alcaldes de la región, exceptuando al pusilánime alcalde
provincial de Sullana, plantearon sus reclamos.
La mayoría de los problemas presentados
en este evento son comunes, y la solución necesariamente pasa por una decisión
política del Ejecutivo. Sullana, a través del alcalde de Bellavista,
Hildebrando Crisanto, llevó a los visitantes a un recorrido por el canal vía,
el mercadillo de su distrito y el río Chira, el cual se ha convertido en una
cloaca. Los alcaldes de los distritos aledaños al río también elevaron su voz
de protesta porque ellos están consumiendo las aguas de este río, contaminado a
proporciones inaceptables por los estándares internacionales.
También se trató sobre el abuso de las
empresas procesadoras de productos hidrobiológicos que arrojan sus desechos al
mar. Esta problemática expuesta por la Municipalidad Provincial de Paita, sacó
a colación el apoyo del que dichas empresas gozan de parte de algunos miembros
del Poder Judicial, quienes a través de medidas cautelares, siguen operando a
pesar de ser clausuradas por la Municipalidad Provincial. Por su parte, los
alcaldes de Miguel Checa y Viviate expusieron los problemas que vienen
enfrentando con la empresa Caña Brava, la cual se burla de las autoridades
locales por cuanto gozan del favor de la fiscalía, el poder judicial y el
padrinazgo del gobierno regional.
En resumen, los problemas se han
agudizado por causa del mismo Estado, por la indiferencia del Poder Ejecutivo y
la complicidad del Poder Judicial. Por tanto, esperar que alguno de estos poderes
del Estado, por iniciativa propia y voluntaria, haga algo en favor de la población es igual a
esperar a que los chanchos vuelen.
Por ello, el acta firmada es un buen
intento de dar solución a los problemas, pero es sólo eso, porque ninguno de
los firmantes tiene capacidad resolutiva. Por tanto, cuando se tenga que tomar ese
documento como base para exigir su cumplimiento, fácilmente va a ser
desconocido al haber sido firmado por personal subordinado, y no por las
autoridades competentes. Es decir, para esta mal llamada Cumbre, el Ejecutivo
simplemente envió a unos cuantos de sus bufones para que entretengan a la
población, les den falsas esperanzas, para que cuando el pueblo se dé cuenta
del engaño ya se habrán ido del gobierno.
Sin embargo, el dicho “no todo lo malo es cien por ciento malo”
se puede aplicar en esta ocasión. La III Cumbre no sólo nos ha dejado
decepción, sino también un halo de esperanza. En su participación, algunos
alcaldes dejaron en claro su intención de llevar su lucha, que también es
nuestra lucha, a los niveles más altos, y si es “necesario llegar hasta la plaza de armas de Lima, llegaremos”
(Porfirio Meca, alcalde de Paita). Esta actitud -que espero no sea sólo para la
prensa- difiere enormemente con la actitud del alcalde Jorge Camino, a quien
sólo le interesa cuidar su imagen de súbdito servil y acoquinado ante el Ejecutivo.
Después de su elección, la mayor parte
de la población de Sullana esperaba del alcalde Camino un compromiso serio para
la solución de la problemática local. Sin embargo, lo que éste ha ofrecido ha
sido soberbia mezclada con indiferencia e incapacidad. Como ejemplo una
muestra. Cuando un sector de la población organizó la marcha pacífica del año
pasado buscando ser escuchados en su reclamo por el grave problema que
enfrentamos (colapso del sistema de alcantarillado, contaminación del río
Chira, vertimiento de aguas residuales de las empresas procesadoras de pota,
abuso de GECHISA, etc.), el alcalde reaccionó de manera torpe, argumentando que
no necesitaba de “comisiones” para trabajar. Han pasado dos años de gestión y
no hay evidencias de ese trabajo que el alcalde menciona. Esta actitud ha
convertido a Camino es parte del problema, cuando tuvo la posibilidad de ser
parte de la solución. Por esa razón, el colectivo Ciudadanos por Sullana viene
recogiendo firmar para elevar sendos memoriales a la Presidencia del Consejo de
Ministros, al Presidente Regional y al mismo alcalde provincial para que
intervengan en un plazo determinado. Y de no ser atendidos, convocarán a otra
marcha, la cual se espera sea multitudinaria.
Es evidente que la población ha
llegado al límite de la tolerancia, y que hay muchos dirigentes, y algunas
autoridades, que están listos y dispuestos para entrar en la fase de la lucha
frontal. Ha llegado el momento de que el pueblo organizado, y a través de sus
diferentes gremios y entidades representativas, lleve esta gran lucha
reivindicativa a otro nivel. Es tiempo que el pueblo se ponga de pie y haga
sentir que los compromisos asumidos por los funcionarios enviados a esta Cumbre
se cumplan sí o sí. Y que en el mediano plazo, Sullana vuelva a respirar aire
fresco y limpio.
(Artículo
publicado en el quincenario EL TALLÁN INFORMA, Año VII - Edición Nº 76 - Sullana,
febrero del 2013)
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