Ayer
sábado 10 de agosto a las 10 a.m., en una emotiva ceremonia que contó con la
presencia de muchos feligreses, se realizó la renovación solemne de la
Profesión de Fe de los fieles de la jerarquía y la vida religiosa que ejercen
servicios en la Vicaría de Sullana. La animación fue espléndidamente realizada
por el coro de alumnas de la Institución Educativa “Las Capullanas”.
Participaron, renovando su profesión de Fe, los fieles de la vida consagrada que son miembros de las congregaciones religiosas: Madres Dominicas (Prestan servicio en colegios Las Capullana y Parkinsonia), Misioneras de Jesús Verbo y Víctima (Prestan servicio en Mallares y pueblos aledaños), Hermanas Carmelitas de Vedruna (Prestan servicios en los colegios Santa Úrsula y Fe y Alegría; también en la comunidad del AA.HH. Sánchez Cerro) , Hermanas Franciscanas del Espíritu Santo (Prestan servicios en el Asilo de ancianos) y los Hermanos Maristas (Prestan servicios en los colegios Santa Rosa y San José Obrero). También participaron los fieles de la jerarquía, sacerdotes diocesanos, P. Tito Zapata (Párroco en Tambogrande), P. Yimi (Párroco en Bellavista), P. José Chero (Párroco en Querecotillo), los sacerdotes de la Parroquia matriz de Sullana: P. César Ortiz (Presta servicios en Sullana y Lancones), P. Percy Pardo y el vicario foráneo de Sullana P. Manuel Curay. Más de treinta consagrados al servicio de Jesús con la disponibilidad total de sus vidas.
Recordemos
que la primera profesión de fe se hace con nuestro bautismo, por eso es un
símbolo bautismal. Usaron la fórmula del credo Niceno Constantinopolitano, que
es fruto de los dos primeros concilios ecuménicos (Años 325 y 381). San
Ambrosio decía que “la profesión de Fe, es el sello espiritual, meditación de
nuestro corazón, guardián siempre presente y el tesoro de nuestra alma”.
El vicario
foráneo, felicitó a todos los religiosos presentes por el ejercicio de su
vocación, instándolos a crecer en la fidelidad aspirando a la santidad de
parecernos al Divino Maestro. También anunció una próxima ceremonia para la
renovación de la profesión de fe de los laicos comprometidos y la feligresía en
general.
Luego los
religiosos y sacerdotes disfrutaron de un compartir y brindis, donde hicieron
gala de sus dotes artísticos para la música, la declamación y el sano humor,
observándose un clima de profunda fraternidad que los ha motivado a programar
reuniones periódicas; al parecer la próxima será en octubre, cerrando el año de
la Fe. Esperamos que esta oportunidad sea la bienvenida de una renovada fuerza
evangelizadora.
Por Sigifredo Sánchez Crisanto