domingo, 28 de septiembre de 2014

EL ELECTOR DEBE SER REFLEXIVO Y ANALIZAR LA FANFARRIA QUE OFRECEN LOS CANDIDATOS

Editorial publicado en la edición Nº 94,  agosto 2014, de la revista EL TALLÁN INFORMA
Estamos a casi menos de un mes de las elecciones del 5 de octubre para la elección del alcalde y sus regidores así como del presidente regional y sus consejeros.
Puente Sullana
La percepción que se tiene, al menos aquí en Sullana, es la indecisión del electorado en elegir a alguno de los nisecuantos y nosequién de los candidatos, debido a que todos ofrecen las mismas cosas: lucha contra la corrupción, por el mejoramiento del medio ambiente y la descontaminación del río Chira, nos ofrecen su probada honestidad, que formalizarán a los mototaxistas, que privatizarán la EPS “Grau”, que un nuevo centro de acopio y la buena distribución de los productos de primera necesidad, que formalizarán a los invasores de terrenos… es decir, prometen todo aquello que jamás cumplirán como se ofrecen cada vez que hay un período electoral
Ante esta perspectiva casi un 50 por ciento del electorado estaría votando viciado porque no encuentran a la lista que ofrezca verdadera garantía de un buen gobierno.
El elector se da cuenta de la angurria y desesperación de ser elegidos que tienen los candidatos, porque una vez que desempeñan la función pública poco o nada hacen, sumiendo a la comunidad en una suerte de frustración y ante esta disyuntiva, la población se dedica a realizar su laborar personal desentendiéndose de sus autoridades y de lo que pueda suceder en su entorno. Es más, concluyen que quienes ejerzan próximamente el poder, la ciudad seguirá siendo igual o peor que lo hecho por la anterior administración.

Un gran porcentaje de electores saben que los candidatos que pretenden llegar al fuero municipal o regional, no precisamente es la gente que el pueblo quisiera tener para ser representados en forma leal y honesta en el ejercicio de la función pública en favor de la comunidad.
Un futuro incierto se vislumbra para la población. Con una ley electoral que no precisa claramente las normas que los candidatos deben cumplir. Con un congreso que interesadamente se abstiene de dar las leyes que el país necesita para un mejor  desempeño de las funciones que competen a las autoridades locales y regionales.
No es posible aceptar de como el Jurado Nacional de Elecciones, con las limitaciones que tiene, sancione a ciertos candidatos y por una demanda ante el Poder Judicial dichos candidatos continúen en competencia.
Por eso, el elector debe ser reflexivo y analizar la fanfarria que ofrecen los candidatos y si creen que no colman las expectativas de desarrollo de la ciudadanía, simplemente viciar la cédula de votación, es decir, rayándolo y con esto estamos diciendo NO a la incapacidad, al desgobierno y a la falta de valores morales y ética.
No nos hagamos cómplices del mal gobierno que venimos soportando por años. Por eso, si creemos que ningún candidato reúne las condiciones mínimas para ejercer la autoridad en cuestión, simplemente anula tu voto rayándolo y tu conciencia estará tranquila.

También ver:
¿CUÁL ES EL MÁS HONESTO Y CAPAZ DE LOS CANDIDATOS EN SULLANA?
 

¿CUÁL ES EL MÁS HONESTO Y CAPAZ DE LOS CANDIDATOS EN SULLANA?

Editorial publicado en la edición Nº 93, julio 2014, de la revista EL TALLÁN INFORMA

El ciudadano común y corriente, y en las mismas redes sociales de internet, se viene manifestando la preocupación de cómo identificar la capacidad y honestidad de los candidatos que están participando en la justa electoral del 5 de octubre para elegir al alcalde y regidores de la ciudad y al presidente regional y sus consejeros.
Sullana
Es común escuchar en la calle o leer en internet… “tienes que votar por el candidato más honesto”…  “al menos el fulano de tal roba pero no tanto como el otro, pero hace obra…” “…yo no voy a votar por ese porque es un incapaz…”, “…todos están botando bastante plata en la campaña y quieren recuperar y ganar como todo negocio…”, “…la alcaldía deja pingues ganancias, no sólo para el alcalde y los regidores, también la misma gente que trabaja ahí se aprovechan para sacarle plata al contribuyente…”, “…ganan también empresarios convenidos que les financian las campañas…”
Eso es lo que piensa la gente. Son los comentarios que se escuchan en las conversaciones en la remozada plaza de Armas, en los colectivos, en el internet, a la hora de almorzar. Más se hacen comentarios negativos de todos los candidatos que están participando en este pugilato electoral.
Realmente estas campañas electorales se han convertido en una especie de pugilato, de combate, de lucha, hasta angurria donde los candidatos que se han dedicado a tratar de convencer al elector con cualquier método menos el de exponer claramente la propuesta que manejan y no lo pueden hacer, simplemente porque no tienen un trabajado proyecto de desarrollo provincial.
Ninguno de los candidatos, ninguno ha sido capaz de convocar, en estos momentos de campaña, a sus iguales para discutir la posibilidad de elaborar un plan director de desarrollo provincial de emergencia, porque realmente no sabemos cuáles son las intenciones que los conllevan a postular a un cargo público de tanta responsabilidad y donde el egoísmo personal es el que predomina.
Todos estos candidatos esperan 4 ó 5 meses antes del día de las elecciones para iniciar su personal campaña electoral.  Y ellos andan diciendo que su participación en esta justa electoral, no es precisamente para asaltar la alcaldía en esta oportunidad (5 de octubre), sino para iniciar un trabajo a largo plazo para desarrollar un supuesto plan de gobierno con miras a elecciones futuras. Mentira más grande, apenas saben de su derrota, se olvidan de todo hasta dentro 4 años cuando nuevamente sacan las garras de aves de rapiña.
¿Acaso se ha visto en nuestra ciudad o en la provincia movimientos políticos o institucionales que puedan convocar a las organizaciones representativas de la ciudad para trabajar un plan director de desarrollo provincial con ejes bien identificados y con el compromiso de que cualquiera de los que posteriormente capture la alcaldía, despliegue su gestión municipal con los lineamientos generales de dicho plan? ¿Acaso se ha exigido a los alcaldes en ejercicio convocar a un proyecto conjunto de esta naturaleza? La respuesta la sabemos todos.
Entonces, donde está la honestidad que enarbolan los candidatos. Todos luchan contra la corrupción, contra la incapacidad, contra deshonestidad ¿pero qué demuestran los candidatos que tenemos a la vista?
En fin, como vulgar y estúpidamente escuchamos en la calle…  “hay que votar por el que menos roba… al menos hace obra”…
Entonces ¿Cuál es el más honesto y capaz de los candidatos?

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