lunes, 14 de octubre de 2013

CÓMO FUNCIONAN=ESTAFAN ALGUNAS “UNIVERSIDADES” EN SULLANA

Todo parecido con la realidad es coincidencia…

Escribe: Carlos Flores Lizana
El presente artículo busca mostrar cómo estafan a los jóvenes y sobre todo a sus familias algunas instituciones que tienen el nombre de universidades aquí en nuestra querida Sullana. El tema está precisamente en debate en el Congreso Nacional ya que se han detectado muchos problemas relacionados precisamente con el mundo de las casi 130 universidades que tenemos en el Perú, sobre todo con la calidad de la educación superior que ofrecen todas ellas. El problema es complejo y precisamente por ello requiere ser examinado y debatido ampliamente ya que de ella depende el futuro de nuestro país en muchos sentidos.
Si nos ponemos a examinar con objetividad y honestidad  cual es la calidad de la formación que ofrecen las actuales universidades en nuestra ciudad lo primero que nos llama la atención es que algunas de las carreras que ofrecen no están acreditadas frente a la Asamblea Nacional de Rectores, los respectivos colegios profesionales y el propio Ministerio de Educación y por lo tanto los títulos no son válidos ni posibles de revalidar fuera del país. Este hecho ya demuestra con que calidad de instituciones contamos y la poca seriedad de las mismas. Lo segundo que comprobamos es que la mayoría de los docentes son profesionales que tienen en la universidad un segundo y hasta tercer empleo es decir que dan el tiempo que les sobra o que pueden destinar para “ganarse alguito más” viniendo muchos de ellos desde Piura y hasta de otras ciudades más lejanas. Esto da como resultado que el tiempo y la calidad académica que  dan en sus “cátedras” no está a la altura de las expectativas de los alumnos por el contrario algunos de ellos cuando los alumnos reclaman su calidad y su misma asistencia “arreglan el problema” con mejores notas, o algún punto más de regalo.
En lo relacionado a pagos por horas dictadas la cosa es grave en términos de retrasos e incumplimientos en lo que son derechos laborales, respecto a ello mi hipótesis de porque soportan los profesionales que laboran en ellas, es porque es una chambita más, y porque no hay mucha exigencia de parte de los y las coordinadoras en lo que es entrega de silabus, asistencia, desempeño, etc, etc. Eso sí que la exigencia de las mensualidades a los alumnos es rigurosa, no entran a clases si no tienen al día sus pagos. El pago de los haberes a los docentes “ellos si pueden aguantar”, han llegado a deber hasta tres meses incluyendo no pago de las AFPs. Pero como las autoridades universitarias tienen “sus contactos” las autoridades de trabajo que debían fiscalizar no lo hacen o son lentos e ineficientes. No está permitido ningún tipo de sindicalización o agrupación de proteja los derechos de los docentes.
El servicio de biblioteca y que  no se merece llamar así, es un local donde también se usa para dictado de clases y los lectores de este articulo pueden comprobar  cuantos lectores ha tenido en el mes está mal llamada “bibliotecas universitarias”. El servicio al estudiante u “oficina de bienestar universitario” lo de oficina es solo nombre, lo da una persona que no tiene la profesión para desempeñar ese cargo. El colegio de Trabajadoras Sociales de Sullana podría iniciar un proceso judicial ante esta usurpación de funciones en perjuicio de las profesionales de este campo.  El servicio de tutoría universitaria tan necesaria en la actualidad para los estudiantes, casi no funciona, cosa que debía ser observada por la asamblea nacional de rectores y otros organismos competentes.
La política general de estas casas de estudios superiores está al parecer regidas por dos principios: el lucro económico y conseguir más alumnos, precisamente para conseguir lo primero, cosa que está en contra el espíritu de la leyes respecto a la educación en sus distintos niveles y modalidades. Reto desde esta plataforma de opinión y defensa de los derechos de nuestros estudiantes y padres de familia que digan cuantas tesis se han publicado durante los años que tienen “funcionando” estas casas de estudio. Una de las medidas más comunes para evaluar una institución es precisamente la investigación y las publicaciones de las mismas. Esta es una prueba más del bajísimo nivel académico que tienen estas bien llamadas con humor “Arcas de Noe”….  es decir llenos de animales o “trenes” porque están compuestos de “puros vagones”.
 Para más hallazgos que perjudican académica y moralmente a nuestros hijos es que la sacadera de dinero en favor de mejoras de los locales y hasta los cumpleaños del director local, es pan nuestro de cada día. Otra manera de exprimir los bolsillos de los sometidos alumnos es organizar “bailes pro”, han llegado hasta a pedirles que se hagan cargo de los adornos para la Navidad que lucieron los locales de estas bien llamadas con ironía “burriversidades”. Creo que de muestra basta un botón dice el refrán, aquí tenemos botones como para poner una tienda.
 La pregunta que nos debemos hacer es ¿debemos seguir permitiendo estos abusos y deficiencias que perjudican seriamente el futuro y el presente de nuestros hijos y nuestras familias? ¿No hay autoridades que hagamos respetar los estándares de calidad? ¿Hasta cuándo vamos a permanecer callados y con una conducta cómplice y cobarde? Los mismos estudiantes tienen que organizarse y denunciar con valor esta serie de abusos, es hora de que lo hagan, felizmente ya hay algunos con dignidad que han logrado algunos cambios aunque pequeños todavía.
Para terminar creo que muchos docentes honestos dentro de ellas y fuera, como todo tipo de ciudadanos  debemos apoyar las reformas que se impulsan desde el estado y otras formas de control de la calidad de la educación superior. Empecemos por interesarnos en el tema, sigamos atentamente lo que el Congreso busca con esta especie de Superintendencia de Educación Universitaria y estemos vigilantes sobre sus propuestas y lo que desde la opinión pública se va construyendo. La no participación indica complicidad con lo que sucede. Si amamos y respetamos a nuestros hijos estudiantes no los dejemos solos, en la calidad de su educación se juega buena parte de su futuro. Todo lo dicho también tiene que ser reflexionado para la nueva universidad de Frontera en la que tenemos puestas muchas expectativas para nuestra ciudad y región.
(Artículo publicado en la edición Nº 84 de la revista “El Tallán”, mes de setiembre del 2013)