Escribe: Eduardo Mendoza Seminario
Con las aguas más o menos calmadas, podemos opinar reflexivamente
respecto a lo acontecido recientemente en el Congreso de la República, con la
elección de los miembros del Tribunal Constitucional y del directorio del Banco
Central de Reserva, BCR, así como de la Defensoría del Pueblo. Después de haber ensayado
otras formas de elección.
Lamentablemente la democracia en el Perú la practicamos así. Los partidos
políticos representan y profesan ideologías o doctrinas que buscan el
bienestar, con el defecto de no practicar democracia interna. Al final son
quienes luchan por llegar a gobernar para poner el Estado al servicio del
pueblo. Todos no nos podemos reunir para tomar acuerdos o llegar a consensos, es imposible, por
ello la democracia representativa, elegimos para que nos representen. Hoy
estamos avanzando con la democracia participativa y descentralizada, hay que
saberlo reconocer.
Estoy de acuerdo con las manifestaciones públicas para exteriorizar
nuestros descontentos pero, con la salvedad que los que salen a las calles a
protestar son parte del pueblo pero no representan al pueblo. Cuidémonos de no
caer en extremos que pongamos en peligro precisamente la democracia. Por
ejemplo, lo que ocurre hoy con elecciones a la vuelta de la esquina, este tipo
de conflictos nos lleva a formar los acostumbrados frentes, precisamente
buscando acuerdos o consensos, yo diría acomodos, lo que ha sucedido en nuestro
Congreso; ¿también es repartija? “El que se sienta libre de pecado que arroje
la primea piedra”. Prediquemos con el ejemplo.
A algunos de los elegidos se les ha tildado de todo, sin tocar a los del
BCR, sin embargo, hay un comunicado a la opinión pública del Colegio de Economistas
de Lima advirtiendo que estos últimos no están colegiados, y por lo tanto según
la ley no están aptos para desempeñar cargos relativos a la profesión de
economistas al servicio del Estado, por lo tanto su actuación resulta ilegal.
Pero, nada menos que un ex procurador de la república ha expresado que eso no
es problema, de Ripley.
El Colegio de Ingenieros del Perú, según su Decano, no ha presentado
ningún expediente al Tribunal Constitucional sobre los bonos de la reforma
agraria, nos preguntamos ¿en base a que ha dictaminado? También se ha
denunciado que el actual presidente de dicho tribunal fue funcionario de una
institución financiera actual tenedora de dichos bonos. Nos preguntamos ¿Por
qué dolarizarla? Seguimos, su exigencia al Ejecutivo de cancelarla afecta de
alguna manera la economía del país. Pero, callamos, nos vamos por los réditos
políticos. Seguimos con nuestra mala costumbre.
Este tipo de actuaciones y comportamientos no nos debe llamar la
atención porque así ha sido siempre, son usos y costumbres de la política en el
Perú. Los congresistas, que postularon por partidos, movimientos o alianzas, son
elegidos democráticamente, Una vez en el Congreso forman las bancadas
parlamentarias y los que no alcanzan a formarlas por no alcanzar el mínimo
exigido por su reglamento que tiene categoría de ley, se juntan con el interés
de gozar los beneficios que ellas significan. Entonces, se supone que las
llamadas bancadas parlamentarias buscan acuerdos políticos para superar
problemas de difícil solución, como es el caso que estamos tratando. Es fácil
suponer que las formadas por retazos, sin unidad ideológica, buscarán la sin
razón para sembrar el descontento.
A mi entender el mal uso de la libertad de prensa nos está conduciendo a
la desestabilización política del gobierno, minimizando sus aciertos y
magnificando sus errores. El trato al Presidente Ollanta Humala es atrevido, tratando
de presentar su gobierno como un matriarcado. Desde que asumió el gobierno
hasta ahora. Esto no es democracia. Por eso él mismo dice que el poder
económico no lo deja acercarse al pueblo. Seguramente seguiremos en la
informalidad. Espero equivocarme.