jueves, 16 de mayo de 2013

MÁS ALLÁ DE LOS OLORES…

Escribe Oscar Agurto Saldarriaga.
Desde hace un buen tiempo, como para conjugar con los problemas que en materia ambiental tiene Sullana, se perciben olores nauseabundos e insoportables contaminando el aire que respiramos a diario. Fábricas de pota y empresas productoras de caña ubicadas en la provincia, con serias deficiencias en sus procesos productivos, serían las causantes de tan flagrante atropello social. Lo de la pota ya se sabía, sin embargo lo de la caña lo pudimos comprobar de retorno a Sullana desde Paita, a la altura del distrito de Miguel Checa, al percibir dos tipos de olores: uno agradable, con el sabor de la melaza y el aroma del azúcar quemada; y otro tan hediondo como el  que genera  el excremento expuesto al sol: los dos provenían de la caña. El viento se encarga de hacer el resto.
Si se conoce el origen de tan evidente contaminación, sólo queda implementar las medidas que corresponden con energía y drasticidad. Las autoridades tienen la palabra. No se puede generar empresa si esta no respeta al ser humano de manera integral. Las personas son primero y están por encima de cualquier tipo de inversión y generación de riqueza que no considere la dignidad y valor del ser humano. El tema se debe solucionar con respeto, pero aquí no caben medias tintas.
Quizá podamos derrotar este tipo de olores, pero hay otros que tienen otro origen y que resultan más difíciles vencer. Sullana huele a indiferencia y falta de compromiso. A diario, cientos de ciudadanos arrojan bolsas con basura a la calle, en la esquina o en el canal vía sin importarles absolutamente nada. Los pocos o muchos esfuerzos municipales por limpiar no son suficientes ante tanta indiferencia. Nos olvidamos que la ciudad más limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia. No hay conciencia cívica y no nos comprometemos con nada. Sólo estamos prestos a la crítica desmedida y al insulto denigrante porque estamos esperando que otros hagan lo que nosotros no hacemos.
Y Sullana también huele a injusticia, olvido e impunidad. Y allí están las tribunas del “Campeones del 36” y el Coliseo Cerrado, como muestras claras del irrespeto total a nuestros niños y jóvenes que buscan el deporte como una alternativa de sano desarrollo en escenarios adecuados. Y allí nuestra vieja planta de agua muriendo, pero aun dándonos agua de a poquitos. Allí también el Centro de Convenciones con tan corta vida y tan envejecido y destruido en su infraestructura. Nos hemos llenado de informes, de denuncias y demás, pero la verdad, todo va quedando en el olvido, la injusticia y la impunidad. Nadie se hace cargo de estos delitos. No hay sanción, no hay ejemplo. ¿Avanzaremos así…?
Y nuestra “Perla del Chira” también huele a conformismo. Sabemos lo que pasa y no hacemos nada. Nos conformamos y mantenemos inmutables ante la realidad que nos rodea. Creemos que basta con hacer el menor esfuerzo y nos convertimos en autómatas para marcar la tarjeta al entrar y salir del trabajo, pero sin una reflexión profunda sobre lo que hago y si vale la pena hacerlo. Nos olvidamos del trabajo en equipo y  de entender que para sacar adelante a Sullana todos tenemos que sumar.
Siempre es posible hacer algo y el cambio debe comenzar en nosotros. No para el enfrentamiento, ni para alimentar el oportunismo político que promueve “la paja en el ojo ajeno, cuando ni siquiera ve la suya en el ojo propio”. Eso no sirve. Necesitamos unirnos en causas justas y objetivos comunes, lejos de las adjetivaciones denigrantes y los protagonismos electoreros. Necesitamos empujar el carro en la dirección del desarrollo y hacerle los ajustes a éste cada vez que pretenda fallar o que el conductor pretenda salirse del camino. Parafraseando al gran César Vallejo de su poema “Los Nueve Monstruos” apunto aquí unas líneas precisas:   “…, hay algunos que nacen, otros crecen, otros mueren, y otros que nacen y no mueren, otros que sin haber nacido, mueren, y otros que no nacen ni mueren (son los más)…!Hay hermanos, muchísimo que hacer! Empecemos por nosotros. Las nuevas generaciones de nuestra tierra, estoy seguro, valorarán el esfuerzo.

(Artículo publicado en el quincenario EL TALLÁN INFORMA, Año VII - Edición Nº 77 - Sullana, marzo del 2013)

 

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