sábado, 23 de junio de 2012

EL BELLO MONUMENTO DE LA CAPULLANA

SULLANERA DESPUÉS DEL MESTIZAJE

Monumento a la mujer capullana
elaborado por la
Comisión del Centenario de Sullana
¿A quién se le llama Capullana del Chira? ¿Realidad o mito? Si existió y queremos rendirle homenaje o pleitesía mediante un monumento que irradie su imagen a los ojos del mundo, obligadamente tenemos que hacer un alto y bajar a beber en las fuentes históricas del pasado; escudriñar principalmente su origen o raíces biológicas. Esto nos permitirá tener una idea precisa de sus rasgos fisionómicos, estatura, color, virtudes o cualidades que exhibió. A la sazón, escrutarla desde el ojo avizor, desde el ojo que todo lo ve, desde el ojo de la historia.
Entonces, para tener ese sustento valedero que me permita mayor perspectiva en el comentario que hoy me ocupa, primero la ubicaré dentro de  su espacio y tiempo.
Según Paul Rivet, la Capullana no sólo existió en el valle del Chira, sino desde las costas del Ecuador hasta Lambayeque, es decir  toda la comprensión Tallán.
Dentro del tiempo, la encontramos antes de 1330 en que la nación Tallán se anexa a la confederación Chimú, hasta el siglo XVI tiempo de la conquista Española. La sociedad Tallán no era machista de tal suerte que el cacicazgo lo tomaba el primogénito, sea este varón o mujer,   a decir del historiador Arturo Seminario. 
Por escritos de Reginaldo de Lizárraga, sabemos que casualmente por el vestido en forma de capuz que estas mujeres usaban -que les cubría desde la garganta a los pies- los españoles les llamaron Capullanas.
¿Qué era lo que ostentaban la Capullanas? Según Juan López de Velasco: “Eran señoras que tenían el gobierno de la tierra y mandaban sobre los hombres; existían entre los naturales de Marcavelica y Amotape”. 
Teniendo en cuenta estas aseveraciones históricas, no se puede argumentar que el bello monumento de la capullana otorgado a toda la provincia de Sullana en su Centenario esté libre de toda crítica. Las obras de arte no son patrimonio de nadie, son de la humanidad, sobre todo si son públicas, por lo tanto están sujetas a crítica y mucho mejor si el examinador  tiene autoridad para ello. Bajo esta premisa señalaré que, como obra de arte, el monumento es bello por su forma, tiene unidad y variedad compositiva; asimismo, expresividad y movimiento estético; pero por ello no implica que esté fuera de todo contexto histórico y racial. Por eso me pregunto, tratando de encontrar una salida a este laberintoso asunto, si se debería cambiar de nombre a tan extraño monumento (quizás: “Sullanera después del mestizaje”) aunque inmediatamente me contesto que caeríamos en una nueva ambivalencia, porque si queremos resaltar la grandeza de nuestra paisana como pieza importante dentro del aparato económico social de la provincia y del país, concluiremos que este mestizaje o cambio biológico que sufren  los Tallanes, como en todos los lugares  del país, se ha dado con todas las razas; por lo tanto tenemos sullaneras con rasgos orientales, africanos, árabes… Asimismo, en todos los campos de la profesión. Por citar, medicina, derecho, docencia, ciencias financieras, ciencias políticas, etc. A la sazón, la estatua en cuestión no resalta aquello.
Ahora, si tenemos en cuenta la denominación unívoca Capullana, obligadamente volveremos al principio, es decir, a la pujante mujer que nos cuenta la historia, mujer de rasgos tallanes, de 5 ó 6 cabezas de altura, de piel tostada de cabellos lacios y largos y necesariamente con su capuz (porque su denominación la lleva gracias a ese atuendo de la época que vestía), caso contrario, la denominación será una falacia.
No podemos decir que hemos creado el retrato del Inca Túpac Yupanqui si lo plasmamos gringo de ojos azules, anatómicamente de nueve cabezas de altura, con una corona en lugar de la Mascapaicha. Aunque juremos y perjuremos que es él, pero en tiempos modernos, y nos arranquemos los cabellos para que la patria acepte que se trata del mismo Inca; desde la rivera del mutismo sólo escucharemos risas burlonas. Lo mismo sucede con la tesis de la capullana hermosa que, sin querer queriendo, se quedó entornillada en la huaca del pasado; porque el monumento exhibido en el parquecito frente a la avenida José de Lama que la representa, más hace alusión a la diosa Artemisa, deidad de la caza y reina de los bosques  en la Mitología Griega, que a la señora que en un tiempo gobernó estas tierras.
Ahora sólo queda saber si el gran escultor piurano de raíces tallanes que la erigió, no escudriñó con la antorcha de la historia a su personaje o los integrantes de la comisión nacional, por desconocimiento, ingenuidad o con el firme entusiasmo de alcanzar los objetivos propuestos, confirió estos patrones estéticos con la única finalidad de presentar una mujer bella… ¿bella? ¡Craso error! El ideal de belleza no es absoluto, por lo tanto la belleza femenina no sólo es europea o de los adinerados. La belleza femenina se encuentra en todas las razas y castas sociales. La raza tallán no es la excepción, prueba de ello es que muchos españoles  fueron encandilados por estas féminas, perdieron la cabeza y prefirieron quedarse a volver a su Patria.
Sea lo uno u lo otro, sugiero a los respetables señores que integraron la comisión y al  esmerado  artista y profesor de la ESFAP. Ignacio Merino-Piura, desatar este nudo estético caso contrario estaremos ante un caso de racismo
RIPAGAL
Artista plástico
Desde la calurosa Perla del Chira, 05 Febrero   2012

Artículo publicado en el quincenario EL TALLÁN INFORMA en la edición del Año VI- Nº 58 - Sullana, primera quincena de febrero del 2012

5 comentarios:

José Carlos Carrasco Tàvara dijo...

El titulo de la cronica del artista pictorico Ripagal lo dice todo y ademas aunque en su texto analisa y discrepa no cabe duda de su buena intencion en decirnos que las Capullanas (del Chira) eran mujeres bellas. Cuando se amansen las aguas de comentaristas de La Capullana del Chira y que no participaron en la Comision Nacional del Centenario de Sullana, autora de la estatua de la Capullana del Chira, donada al pueblo de Sullana en su Centenario, hare de conocimiento publico como con el escultor configuramos esta obra.Saludos de Jose Carlos Carrasco Tavara. Presidente de la Comision Nacional del Centenario de Sullana.

Eduardo Borrero Vargas dijo...

Parece que al interior de la Comisión Nacional del Centenario, según una opinión dada por don Ernesto Mendoza Ramírez, hubo serias discrepancias en lo referente a la elaboración de la imagen que supuestamente representa a la mujer capullana que habitó en algunas zonas del valle del Chira. Mendoza Ramírez en una entrevista concedida al quincenario “El Tallán Informa” que ha sido publicada en la edición No. 65 correspondiente a la segunda quincena del mes de junio del 2012, textualmente dice así: “ ...personalmente, creo que la musa que inspiro al artista escultor
cataquense que confeccionó dicha imagen no era precisamente “de la tierra”, ni dominaba el habla “sec”…”. Ante esta declaración de Mendoza Ramírez se deduce que no hubo criterio uniforme en la elaboración de semejante escultura y pareciera responsabilizar al escultor en su elaboración. Indudablemente que la polémica nunca terminará. Sucede que en Sullana hay muchas opiniones referentes a lo que representa la dichosa escultura pero no se atreven a decirlo, salvo la honrosa excepción del artista plástico y escritor, el profesor Rigoberto Ipanaqué Galvez.

José Carlos Carrasco Tàvara dijo...

Siempre habra quienes pretendemos hacer y construir sin esperar el agradecimiento ni halago y quienes por inconsecuencia u otro pensar pueden encontrar imperfecciones en nuestro hacer. La Comision Nacional del Centenario de Sullana estuvo integrada, salvo las dos damas, por miembros de la Asociacion Cultural Tallan de Lima incluyendome como miembro honorario y desde un inicio hasta entregar las obras y reconocimientos que hicimos en Sullana sus acuerdos fueron tomados por consenso; nunca hubo "serias discrepancias" como advierte el Director del periodico El Tallan, ni el escultor se inspiro en musa distinta que no fuera la que le aprobo y superviso la Comision Nacional.Jose Carlos Carrasco Tavara.

Luis F. Adrianzén dijo...

El artista plástico Fernando Saavedra dejó el siguiente comentario en http://www.facebook.com/#!/quincenarioeltallansullana:
“Me parece una versión muy "POP" de una capullana por su técnica, acabado y colorido. No remonta a la mujer ancestral y se acerca más al estereotipo de mujer sensual que vemos en tv. de ahí que la gente diga que parece maniquí, y en efecto, lo parece; las buenas esculturas dejan ver la materia de la que fueron hechas, un ejemplo es el busto en mármol de Grau a pocos metros $que contraste$ la belleza de una escultura radica en el deleite de comprender como una materia ha sido transformada por un artista hasta configurar una imagen según su interés, eso confiere valor estético y revela la maestría del escultor. en este caso parece una de esas hechas en serie como los maniquíes... pero un caso grave lo constituye el león frente al ovalo capullana. No se integra, no corresponde a la morfología de un león $parece la caricatura de un león, su postura es imposible de mantener pues no guarda equilibrio, no es natural, entre otros errores. a cada rato cambia de color...que falta de criterios de apreciación artística.”

Unknown dijo...

Sea como halla Sido no debieron sacarla, ahora ya ni eso veo en la plaza y mis hijos no conocerán ni un rastro de lo que fue la capullana