jueves, 21 de marzo de 2013

LA CONTAMINACIÓN DEL RÍO CHIRA Y LA DIGNIDAD HUMANA

Aguas servidas que discurren por el canal vía rumbo al río
Chira. Por si fuera poco, esta cisterna también transporta
residuos sólidos para verterlos en el río
     El tema de la contaminación de nuestro rio Chira no es un problema solo de malas autoridades es decir de incapacidad o corrupción sino también de dignidad ya que una persona puede ser medida por su capacidad de defender su valor y sobre todo la vida ajena ante quien sea  o cualquier circunstancia. Por eso digo que no es solo problema político o de conocimiento sino de dignidad. Pero en nuestro caso no sólo  alcanza a las autoridades de todo tipo y nivel sino a las personas comunes y corrientes como nosotros, ya que por lo que vamos conociendo de lo que pasa en el caso de los deshechos de pota hay mujeres y dirigentes de las familias que viven cerca de los lugares donde se vacía el agua pestilente y contaminada reciben dinero de las empresas que la producen a cambio de callarse y hasta de proteger las cisternas cuando hacen esta actividad que tiene evidentes características de delito contra la vida, la salud y el medio ambiente.
Durante bastante tiempo, para mi gusto, varios medios de comunicación han denunciado esta serie de hechos pero como en buen peruano decimos “no pasa nada” o parafraseando un poema de Vallejo “el rio siguió muriendo”. Una prueba más de la pérdida de dignidad de una ciudad que deja de hacer en contra de ella infinidad de injusticias. También se dice con sabiduría popular “tan culpable es el que la hace como el que la deja hacer”. Sullana en este sentido parece haber perdido la dignidad ya que en ella se hacen infinidad de atropellos, abusos, robos, estafas, asaltos, etc,  etc y nadie hace nada, o quizás mejor hacemos sólo lo que podemos y cuando nos tocan directamente nuestros intereses. Pero lo terrible es que tiene que ser tan grave la cosa para que reaccionemos, hay una incapacidad de indignarnos de manera real y seria. A veces nos quedamos en el escándalo, el comentario, el chisme y nada más. Para actuar cristianamente se dice que para ser bueno hay que ser valiente. Los cobardes no tienen lugar en el Reino de Dios.
Para terminar es bueno recordar que se hicieron marchas, hasta memoriales y otras acciones pero todas ellas parece que no son suficientes, terminaron en buenas intenciones y basta. Tendremos que esperar que la sangre llegue al rio como se dice para que tomemos el toro por las astas y digamos ¡basta! ¿Esperamos que haya una pandemia de cólera u otras cosas peores para que nuestras autoridades de todo tipo recuperen su valor y actúen como corresponde? Para terminar es bueno recordar que la omisión también, es un delito ya que en este caso no hacer nada o hacer muy poco pone en riesgo la vida de cientos de nuestras familias, nuestros hijos y el futuro medioambiental de nuestra ciudad. Felizmente hay instancias nacionales e internacionales para poner en conocimiento esta problemática sino no tenemos eco de parte de nuestras autoridades locales y regionales.
Por: Antropólogo José Carlos Flores Lizana 

(Artículo publicado en el quincenario EL TALLÁN INFORMA, Año VI - Edición Nº 74 - Sullana, primera quincena de diciembre del 2012)

 

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